Desde su independencia de España en 1898, Cuba había sido prácticamente dominada por Estados Unidos, el cual controlaba la mayoría de las riquezas de la isla caribeña y la totalidad del refinado de petróleo.
Cuba era un país de monocultivo de la caña de azúcar, la mayoría del campesinado era pobre, sufrían un paro endémico y el analfabetismo estaba extendidísimo.
En 1952 un militar de carrera, Fulgencio Batista, estableció una auténtica dictadura, un régimen represivo y absolutamente corrupto. En 1953 una guerrilla nacionalista de izquierda, liderada por Fidel Castro, realizó un asalto al cuartel de Moncada, en Santiago de Cuba, pero fracasaron. De este modo tuvieron que exiliarse en México y allí fundaron el Movimiento 26 de Julio y en 1957, tras desembarcar en la isla, se hicieron fuertes en Sierra Maestra, donde consiguieron muchos adeptos, y ya en 1959 se encontraban en La Habana desfilando victoriosos y orgullosos.
Con Castro en el poder se inició un programa de reformas que significaba la expropiación de los grandes latifundios y de las compañías azucareras, lo que propició la hostilidad de Estados Unidos y además, Fidel Castro empezaba a perder el apoyo de la mayoría de la clase media. Así que se acercó a los comunistas cubanos y en 1960 aceptó la ayuda militar y económica de la Unión Soviética.
La Cuba de Fidel Castro ha sido el primer y único régimen comunista que ha triunfado y perdurado en América.