Tras la Segunda Guerra Mundial, numerosos regímenes populistas se extendieron por Latinoamérica.
El más destacado de los populismos fue quizás el justicialismo creado y llevado a cabo por Perón en Argentina, de 1946 a 1955. El justicialismo o peronismo fue un movimiento de masas argentino que tuvo como principal estandarte la defensa de los trabajadores. Estableció con los sindicatos un régimen progresista y autoritarito.
Otro caso de especial importancia en cuanto a populismo se refiere fue el desarrollado en Bolivia por el Movimiento Nacionalista Revolucionario, que ambiciaba un régimen antioligárquico, pero que hubo de refrenarse por la presión norteamericana.